Guardián y su apuesta por cepas ancestrales

Variedades tales como el País, Carignan y Cinsault son parte esencial de Mancura Guardián, una línea de vinos jóvenes y expresivos, que busca entregar al consumidor una propuesta de vinos con carácter que reflejan muy bien el potencial del valle del Maule.

Las cepas que se pueden encontrar en el valle del Maule no son particularmente tradicionales, pero son cepas que llevan cientos de años siendo producidas en estos suelos, y se han convertido, en un auténtico patrimonio vitivinícola que no existe en otras partes del mundo y que le están dando a Chile, un nuevo posicionamiento en el mundo del vino.

Mancura, en su afán por preservar el patrimonio vitivinícola chileno hace homenaje a las raíces, tradiciones y orígenes de Chile, elaborando bajo la línea Guardián un diverso portafolio de cepas que mezcla tradición y calidad.

Algunos de sus vinos más destacados son precisamente aquellos elaborados con cepas como País, de agradable y jugosa acidez, Carignan, de gran cuerpo y estructura, y Cinsault, de fresco sabor y concentración frutal. Variedades poco conocidas de un extraordinario potencial de expresión. Una línea proveniente principalmente del valle del Maule, el valle de más larga tradición vitivinícola de Chile, el que es reconocido por sus cepas patrimoniales, parras centenarias y uvas de gran concentración.

Adicionalmente, la línea cuenta con Cabernet Sauvignon, que se destaca por sus aromas a berries y final largo y persistente; Carmenère de aromas a frutas del bosque y vainilla con taninos redondeados y buena estructura; un Sauvignon Blanc de aromas cítricos, buena acidez y notas minerales; un Chardonnay con notas cítricas y un toque de miel; un Pinot Noir, fresco y elegante; y un Merlot, con aromas a frutos negros y especias como canela y hierbas frescas.

Con este increíble portafolio, Guardián, refleja a la perfección el concepto que Jorge Martínez, su enólogo, ha intentado inculcar desde sus inicios, el cual se centra en el respeto a la tierra, en las expresiones genuinas de cada variedad y el rescate de cepas patrimoniales, a través de una viña sostenible y socialmente responsable, como lo es Mancura. Sus vinos patrimoniales son un reflejo de Chile, su naturaleza y sus costumbres, a la vez de ser vinos de carácter joven, expresivos y de gran calidad.